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Para el marisco no hay un solo truco o método, ya que, dependiendo de si es un producto ya cocido o crudo o incluso del tipo de marisco en sí, tendrá un método recomendado u otro.
Eso sí, uses el método que uses, evita los cambios bruscos de temperatura que podrían propiciar la aparición de bacterias.
Por norma general, si quieres descongelar marisco con cáscara, deberás sumergirlo en agua fría durante unos minutos hasta que pierda la textura congelada. Una vez descongelado, podrás escurrirlo y prepáralo según prefieras. Un ejemplo es el bogavante.
Si no lleva cáscara, lo ideal es descongelarlo en la nevera sobre un recipiente con rejilla. Este método permite que los jugos de descongelación se separen, manteniendo el marisco en perfectas condiciones. Algunos ejemplos de marisco que descongelarás con rejilla son las gambas, ya sean peladas o enteras.
En ambos casos existen excepciones, así que lo ideal es que mires en el envase el método recomendado para cada producto.


El marisco cocido no necesita mucho más que paciencia: descongélalo en la nevera sobre un recipiente con rejilla, para que los jugos queden a parte, y estará listo para consumir. Si hablamos de tiempos, puedes calcular entre 8 y 12 horas para descongelar 500 gr. de gambas en la nevera.
Si prefieres disfrutarlo tibio, caliéntalo al vapor directamente sin descongelar. Acompáñalo con tu salsa favorita para realzar su sabor. Ten en cuenta que con este método, lo estarás cocinando.
En el caso del marisco, no es muy recomendable descongelarlo en el microondas, básicamente por 3 motivos:
Puede que el producto quede parcialmente cocinado, ya que no se calienta exactamente por igual al mismo tiempo.
El calor puede dañar la textura y sabor del marisco, volviéndolo gomoso o secándolo.
Al generar ese cambio brusco de temperatura, (y si no se cocina justo después de descongelar) pueden aparecer bacterias y generar un riesgo innecesario.
Lo ideal para descongelar marisco de forma perfecta... ¡es hacerlo con paciencia! Pero si has tenido un imprevisto y te toca descongelar rápido... usa el microondas con la potencia más baja, a intervalos muy cortos (de 20 o 30 segundos) y cocínalo inmediatamente después de descongelarlo.
