Uno de los aspectos menos comentados de la excelente composición de grasas del salmón es su efecto energético: Las grasas, a diferencia de los hidratos de carbono, aportan energía al organismo a lo largo de muchas más horas, ya que su digestión es más lenta. Así, a la hora de componer menús que, como en el caso de los niños o deportistas, deban ser necesariamente saciantes y calóricos, combina la energía de carbohidratos (pasta, patatas, arroz, cereales), con grasas saludables de los tres tipos: Om3ga de pescados, Om6ga de frutos secos, semillas y aceites vegetales. El Om9ga, como no, del aceite de oliva virgen extra.